La oscuridad siempre ha dado miedo al ser humano. No ver lo que nos rodea, incluso a nosotros mismos, nos da inseguridad e incertidumbre.
En medio de esta situación de tristeza, vosotros maestros, habéis sido la luz de la esperanza.
Mientras muchos pensaban que los centros educativos iban a ser focos de contagios, habéis conseguido ser grandes focos de risas, juegos, aprendizajes y ahora villancicos.
Cuando pensaban que la Navidad no iba a llegar, vosotros habéis preparado un Adviento increíble.
Algunos dicen: ¡HAY QUE SALVAR LA NAVIDAD! Y no se han dado cuenta de que la Navidad es la que viene a SALVARNOS.
Da igual lo que suceda en el mundo, siempre Jesús nacerá en el establo y en un pesebre.
El Salvador, la Gran Luz, llega para iluminar nuestro hogar y todos aquellos lugares donde nosotros la llevemos.
PERMITE QUE LA VERDADERA LUZ, CRISTO, ENTRE EN TU CASA
¡FELIZ NAVIDAD!